Durante más de un mes, su "familia" eran "Marlene", "Darío", la "Coneja", "Mandy" y otras chicas. Allí en el "Candy", donde ninguna era conocida por su nombre verdadero, Andrea R., fue bautizada como "Barbie". La única persona a la que conocía de verdad, su amiga Miriam, no podía acercarse a ella, y se comunicaban a través de señas las pocas veces que se veían.
"Barbie" tenía 14 años en septiembre de 2003 cuando fue captada por una red de trata de personas, según declaró en el juicio que se sigue contra 13 personas por privación de la libertad y promoción de la prostitución de Marita Verón. Durante ese cautiverio, vio a la hija de Susana Trimarco.
Ayer, Andrea R., debió afrontar un duro interrogatorio, encabezado por el abogado Jorge Cáceres, defensor de José "Chenga" Gómez, a quien la testigo señaló como uno de los dueños de los prostíbulos, y el "marido" de Marita. Cáceres pidió a la testigo que diera precisiones de fechas, horas y distancias. Su objetivo era poner en duda el testimonio de Andrea R., al cual calificó de mentiroso.
El abogado, le preguntó sobre los motivos por los que viajó a La Pampa con Miriam, donde conocieron a Laura, la mujer que las llevó a La Rioja.
"Vivía con mi abuela. Ella trabajaba en casas de familia y en una iglesia Evangélica. Pero no se cuánto ganaba. El dinero para viajar lo saqué de mis ahorros", explicó Andrea R.
La testigo no recordó fechas ni horas precisas. Sí dijo que al día siguiente de su secuestro, conoció a Irma "Liliana" Medina. Esa mujer se acercó y se presentó como "doña Liliana". Estaba con "doña Patricia", que sería Paola Gaitán, otra de las imputadas. "A unos metros venían dos hombres. Uno de ellos supe luego que era el hijo, 'Chenga'", afirmó Andrea.
El abogado le pidió a la joven que dijera con precisión los metros que tenía el salón de "Candy", cómo estaba vestida Marita cuando la conoció, en que posición se encontraban, entre otros detalles, que la testigo dijo no recordar. "Ella siempre estuvo con su bebé. Le pude ver la herida porque estaba de musculosa o de una remerita que fácilmente permitió que me mostrara la cicatriz", explicó Andrea. Luego, cuando la rescataron, pudo reconocerla en las fotos.
"Mi círculo eran las chicas que estaban encerradas conmigo. No podíamos hablar mucho porque nos separaban", comentó. Así describió a "Darío", un travesti morocho de nariz finita que siempre estaba vestida como mujer, a "Marlene" otra travesti que cambiaba de color de pelo cada dos días y le faltaban varios dientes y a "Mandy", una chica brasileña.
Hoy, Andrea R. tendrá que seguir respondiendo las preguntas de los defensores, en la audiencia que se abrirá, a las 8.30. Los abogados seguirán removiendo sus recuerdos de cuando era "Barbie" dentro del local de "Candy".